martes, junio 30

Un Psicólogo en un campo de concentración.

Acabo de terminar el libro de Viktor Frankl...

Desde que comencé a estudiar psicología, y cada vez que aprendo algo nuevo, me siento como si fuera un super hombre y pudiera soportar cualquier cosa, me siento superior. Pero ante esto, mi reacción siempre es racionalizar las cosas y así, como que se me baja este sentimiento de superioridad. Siempre que veía alguna cosa de las Guerras Mundiales y lo campos de concentración, me preguntaba "¿cómo se portaría un psicólogo (para mi lo que antes significaba un ser superior) en uno de esos lugares?, ¿Qué conductas tomaría? ¿Sufriría igual? ¿Manejaría las cosas de manera similar?".. Pero gracias a Dios, no me he quedado con esto que me hace sentirme un ser superior, porque elevaba la psicología más allá de lo básico: el ser humano.

Ahora mi respuesta a esas preguntas es "si, obvio que sufriría igual o hasta peor,por el hecho de que sentirá más impotencia al identificar y racionalizar todos los síntomas, patologías y conductas; y no tener la ayuda de elementos externos que le ayuden a sobrellevar todo esto"..

Y se siente bien padre el que con un libro tan corto, halla podido poner los pies sobre la tierra. Soy una persona muy empática, (pero en el libro aprendí que nadie debería juzgar, nadie, a no ser que con absoluta sinceridad pudiera asegurar que, en una situación similar, actuaría de manera diferente) aún cuando yo no lo quiero así, y mi conclusión es que yo hubiera sido uno de aquellos muchos que con toda la desesperación de los días más largos que las semanas, me hubiera lanzado contra la alambrada; porque siempre siempre crees que lo peor está por llegar, cuando en realidad ya ha pasado..

Pero lo bueno es que en este momento no estoy en esa situación, y puedo tomar todas estas experiencias relatadas para formarme más como persona.

La parte que más me gustó del libro fue:

Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud frente a la vida. Debemos aprender por nosotros mismos, y también enseñar a los hombres desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espera algo de nosotros. Dejemos de interrogarnos sobre el sentido de la vida y, en cambio, pensemos en lo que la existencia nos reclama continua e incesantemente. Y respondamos no con palabras, ni con meditaciones, sino con el valor y la conducta recta y adecuada. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a cuestiones que la existencia nos plantea, cumplir con las obligaciones que la vida nos asigna a cada uno en cada instante particular.

Me llegó muchísimo este párrafo, porque describe lo que en este momento necesitamos los mexicanos (y todo el mundo) para enfrentarnos a la realidad tan violenta y oscura que vivimos (la cual la mayoría la vivimos con los ojos cerrados, pues resulta más fácil).

El libro me ayudó bastante a abrirme a esta realidad que yo sentía que ya conocía, por películas como la vida es bella, o la lista, etc. Pero este relato es muy diferente, porque me hizo sentir la desesperación y el sentido de vacuidad muy intensamente.

Con respecto al sentido de la vida, el párrafo que copypastié anteriormente lo define perfectamente, aunque se contradice el libro (desde mi punto de vista), pues antes dice que los prisioneros se diferenciaban en dos tipos: los musulmanes (que se entregaban a la muerte, se dejaban morir así a la vil) y lo otros, quienes conservaban una meta, un ideal que les daba un sentido de vida, esperaban algo de la vida. Aunque a final de cuentas (como lo platicaba en facebook con un cuate), el hombre será más feliz si acepta lo que la vida le tiene preparado. (Para mí, la vida, el destino, Dios, Alá, Gaia, etc se refieren a lo mismo, así que adáptenlo a sus creencias..)

Todo esto que leí, se va juntando con mis experiencias de vida, por ejemplo el ENJUVI y el hecho de aceptar a la oportunidad de realizar los Ejercicios Espirituales, o la necesidad de formar una CVX, o el simple hecho de ver las cosas, mis materias y cada instante de manera diferente y sin espectativas; y el hecho de leer este libro, significa para mí una pequeña señal de que voy por buen camino.

1 comentario:

Luis Saul dijo...

No bueno... es que ese librito hace maravillas en uno... Está kbron... como tu dices... pensar que el psicólogo es a veces como algo superior al resto de la gente por dedicarse a indagar la mente... pero somos como los médicos que también pueden caer enfermos....

Lo importante es encontrar la esencia de cada persona, la que hizo a unos morir y a otros sobrevivir al campo de concentración: el sentido de la vida, el saber que somos trascendentes...

Me gustó mucho tu escrito, no había descubierto tu blog... pero ahora lo leeré más... cuidate hermano torreon!