miércoles, noviembre 4

La UIA ante la epidemia de la influenza.

Cuando surgió la epidemia de la influenza humana en marzo del presente año yo, como muchos otros, tuve dudas de creerle al gobierno y sus instituciones de la realidad de la enfermedad; pensé que fueron pretextos para introyectar pánico en la población y así aprobar (o no hacerlo) leyes o reformas que nos afectan como ciudadanos o cualquier otro tipo de treta gubernamental. Las medidas que tomo la IBERO se me hicieron exageradas y que lo único que lograban era impedir salir de vacaciones en el momento planeado.

Este semestre, la influenza volvió y con ella lo hicieron esas medidas exageradas en la escuela, medidas que uno fácilmente puede esquivar fingiendo sanidad en las barreras o aprovechándose de estas para faltar e irnos de viaje sin la espina de las faltas; hasta que resulté enfermo, como no pude controlar la fiebre con medicamentos auto-indicados, desde el viernes en la escuela; fui al hospital a hacerme la prueba rápida. Resulté positivo en influenza tipo A (el hospital no se quiere responsabilizar de categorizar en a-h1n1), me internaron en urgencias e intentaron calmar mi angustia con comentarios como “estas muy a tiempo, no te asustes” (aunque no lo lograron). Me dieron el medicamento contra la influenza porcina y tras un día de estar internado me dejaron irme al pueblo donde viven mis padres a vivir la cuarentena. Informé por mi blog y mi facebook de mi enfermedad, diciendo que si habían tenido contacto conmigo jueves o viernes y presentaban síntomas, se fueran a checar pues yo era Ah1n1 positivo.

Una grata sorpresa fue recibir una llamada de mi coordinador Juan Manuel al celular del rancho, número que casi nadie se sabe; me informó que mi situación fue tomada en cuenta inmediatamente, informó a mis compañeros y maestros y mis faltas no fueron tomadas en cuenta.

Después de una semana sin contacto humano alguno (excepto con mis papás que resultaron contagiados pero tratados rápidamente) ni siquiera por facebook o twiiter, tengo la petición de describir cómo reaccionó la escuela ante la situación; estoy satisfecho de decir que fue muy buena, pero tengo algunas propuestas para mejorar la situación espero que de no muchos de mis compañeros universitarios:

El país no se encuentra preparado para lidiar con esta epidemia, las proyecciones para la temporada invernal son catastróficas y no existe medicamento para tratarnos a todos. Lo bueno (o malo) de la influenza, es que una persona no muere por tener influenza, sino muere por las complicaciones que esta traiga, como una bronco-neumonía, neumonía u otro problema respiratorio importante (algo así como el VIH, donde una persona con SIDA no muere por SIDA, sino por la complicación que este virus pueda causar); por lo tanto, y como lo he aprendido durante mi carrera, la mejor forma de acción en contra de la epidemia es la prevención. Es importantísimo que la IBERO mejore este aspecto, que halla más información acerca de la enfermedad y de cómo evitar contraerla. El uso del cubre-bocas no impide a que no contraigas la enfermedad, sino que impide que puedas contagiarla, así que si alguien está enfermo, por favor, aunque no se vea fashion o todos te hagan mala cara, úsalo; el virus no viaja, el virus se pega físicamente, así que es necesario el no compartir alimentos, bebidas o cigarrillos, el uso del alcohol (no bebidas alcohólicas) o del gel antibacterial para eliminar el virus que puedas tener en las manos, el traer siempre pañuelos deshechables y cubre-bocas para evitar que pases tu virus a los demás.

No creo que un solo síntoma indique la presencia de la influenza, en mi caso fue el dolor de cabeza intenso conjunto con la fiebre más fuerte que he tenido en mi vida, así que si presentan síntomas combinados y fuertes; chéquense rápidamente. La influenza no debe de ser motivo de caos masivo, debe de ser motivo de la unión de lazos de la comunidad entera para evitar el contagio masivo.

Hay que aprovechar las oportunidades que nos brinda la escuela para evitar contagiar a los demás, tenemos que ser conscientes. La IBERO puede, y desde mi punto de vista debe de hacer promoción de prevención, es lo que falta, es el siguiente paso.

Agradezco el apoyo de mis maestros y compañeros, y sobre todo de mi coordinación.

Juan Antonio Bañuelos Orozco.
Licenciatura en Psicología, quinto semestre.
Octubre, 2009.
Facebook, blogspot, twiiter: /tonymicra

1 comentario:

Luis Saul dijo...

Esta muy bn eso... en la Ibero de aqui tmb se ponen locos porque ya ha habido varios casos pero como siempre a la gente le vale madre... que padre que en Torreon los tomen tanto en cuenta, no se si aquí sería lo mismo... lo importante es que ya estas bien!! :) y me gusta como escribes... nv!